Desde Francia se busca sustituir los pesticidas tradicionales por setas de la familia Pleurotus. Han descubierto que esta seta tiene propiedades fungicidas que permiten considerar su uso como una alternativa real y ecológica. Diversos análisis revelan que la acción del Pleurotus es pesticida, pues las moléculas obtenidas de ellas en laboratorio fueron capaces de asegurar una protección parcial contra enfermedades, pero curiosamente también contra las heladas y otros problemas asociados a la agricultura. El producto resultante de este estudio podrá utilizarse en grandes cultivos de cereales, viñedos, huertos, pero no sustituirá al glifosato, que es un herbicida. Se han interesado por el proyecto varias empresas productoras de champiñones, que ven en él una verdadera oportunidad de negocio. Su crecimiento debería multiplicarse por diez y su desarrollo ante otras empresas interesadas en su materia prima debería acelerarse. Esta iniciativa permitiría a cualquier empresa productora pasar de 200 toneladas anuales de Pleurotus a más de 1.500 toneladas de aquí a 2021, y su personal se incrementaría de 6 a 25 asalariados. Es un recurso inagotable, de cosecha permanente y también fácil ejecutar el trabajo sin mano de obra especializada. El producto futuro, que todavía no tiene nombre, ha probado su eficacia en laboratorio y ya está protegido por una patente en trámite.
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